Palestina

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Israel atacó militarmente a Irán

El genocidio de Palestina. En un sorpresivo ataque con aviones y misiles, Israel atacó a Irán, esto eleva la tensión a su máximo nivel, ya que Irán cuanta con bombas nucleares.

Hasta el momento no hay argumentos por parte del gobierno de Israel, que a su vez, está realizando un genocidio en Palestina en la Franja de Gaza.

Comienzan horas intensas y de alta tensión global, ya que estos dos países, cuentan con aliados militares poderosos y podrían entrar en el escenario bélico a una escala preocupante.

La reciente respuesta militar de Irán a los ataques israelíes no es un simple acto de provocación, sino la consecuencia directa de años de impunidad, ocupación y asesinatos sistemáticos cometidos por el Estado de Israel sobre el pueblo palestino.

Durante décadas, Palestina y más concretamente Gaza ha sido un laboratorio de pruebas para armamento, un campo de exterminio lento, mientras el mundo occidental mira hacia otro lado o justifica lo injustificable bajo el mantra de la «autodefensa».

Israel, en Palestina, bombardea hospitales, arrasa barrios, impone bloqueos, y cada vez que la comunidad internacional empieza a cuestionar el horror, aparece un nuevo enemigo externo para desviar la atención. Ahora es Irán. Antes fue Líbano. Mañana, cualquiera que no acepte su política de supremacía regional. El guion es conocido: provocación, respuesta y justificación inmediata del castigo desproporcionado.

No se trata de justificar la violencia, sino de entender su origen. ¿Cómo esperar que los países vecinos callen mientras cientos de niños palestinos mueren bajo escombros? ¿Cómo pedir contención a una región testigo, año tras año, de crímenes sin castigo?

Lo más inquietante es la paradoja histórica: un Estado nacido del horror del Holocausto, que juró “nunca más”, reproduce hoy en su política de ocupación una lógica de deshumanización que recuerda lo peor del siglo XX. No son los mismos crímenes, no es la misma historia, pero sí la misma herida abierta: tratar al otro como menos humano. Israel no es el pueblo judío, pero sus líderes actuales, con Netanyahu a la cabeza, han llevado al país a un callejón ético sin salida.

Y mientras tanto, la extrema derecha internacional, desde Trump hasta sus aliados europeos, aplaude. Un mundo donde la muerte se mide en cifras, donde las víctimas se dividen entre “importantes” y “colaterales”, y donde la palabra “terrorista” solo aplica si el misil no lo lanzó un aliado.

La región está al borde del abismo, y el polvorín no es Irán. El polvorín es la impunidad, el doble rasero, y la ceguera voluntaria de quienes ven en cada bomba israelí una operación quirúrgica, y en cada cohete del enemigo, una amenaza al orden mundial.

Ya es hora de decirlo claro: no habrá paz en Oriente Medio mientras la justicia siga siendo selectiva y el sufrimiento de unos pese más que el de otros.

Video sobre Palestina Libre

Video sobre Palestina Libre, del canal:

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